Igual que en 2011 y 2012, los motivos son varios y nada
sorprendentes: las circunstancias económicas actuales y las pesimistas previsiones
que se están realizando; los recortes realizados y las insolvencias de las
instituciones que subvencionaban su participación en competiciones nacionales e
internacionales; el déficit del Club en las temporadas 2011 y 2012; la imposibilidad de realizar un
presupuesto desconociendo la sede del próximo campeonato europeo que se
celebrará en agosto 2013 y la dificultad de muchas jugadoras de costearse la
totalidad de los gastos de la competición.
Pese a este mal contexto, se conserva la esperanza
de que esta renuncia ayude a que el Club Softbol Viladecans pueda seguir disputando y defendiendo sus títulos de la Liga Nacional de Sófbol en la temporada 2013.